Reseña:

 Ingresamos al teatro, hay luces generales, el escenario está iluminado y entre la escenografía, están los artistas haciendo trabajos manuales, algunos están tejiendo, otros leen un libro y otros juegan con cubos de rubik, después del tercer llamado los artistas toman sus posiciones, la obra comienza.

La alusión a la iglesia y los ritos religiosos se siente en toda la obra, las acrobacias hacen que tenga un peso mas sublime cada escena, encontramos escenas como el bautizo, figuras humanas que hacen alusión a la arquitectura gótica de una iglesia, la procesión en crescendo de un vitral.  

La obra proporciona una gran variedad de técnicas, como el swing de objetos, acrobacia de piso, pulsadas, clown, balancin, mástil chino con portor entre otros. Nos hacen ver la versatilidad de los artistas no solo en las artes circenses sino también en disciplinas como el canto y la actuación. Al mismo tiempo nos aportan una visión del circo contemporáneo, dándonos a entender que el artista maneja múltiples disciplinas y logra ser integral hecho que atrapa al espectador.

Al finalizar la obra hubo un conversatorio con el grupo, lo cual agradezco ya que nos hace ver el proceso y las dinámicas de trabajo del circo actual. Algo que me llamó la atención es que es un circo familiar, son hermanos que son dirigidos por sus padres, junto a ellos se unieron amigos de toda la vida, esto rompe totalmente con la idea de circo familiar que existe aquí en Colombia, donde lo que tenemos entendido es que el circo tradicional es el conformado por familias. Que un grupo de circo contemporáneo sea una familia, abre el espectro sobre lugares de creación y la potencia en que surge un lenguaje propio y totalmente original, formando una identidad única como grupo.